En los últimos 10 años, alrededor del mundo han aparecido varios proyectos de artes escénicas con un componente de desarrollo social. Esta tendencia debe ser bien examinada por los administradores de las artes, debiendo prestar atención a la forma en la que las organizaciones internacionales que proveen apoyo financiero a programas de desarrollo social estan interactuando con organizaciones de las artes en el Tercer Mundo, dándole forma a un nuevo paradigma de las políticas culturales.
Ya son más de dos decadas desde que Nestor García Canclini presentó el primer análisis de las políticas culturales en America Latina (García Canclini, N. (1987), Políticas Culturales en América Latina (1a. ed.) México, Grijalbo). En su análisis, García Canclini presenta seis paradigmas sobre los orígenes, los agentes, las estructuras organizacionales y las metas de las políticas culturales en los países Latinos. Aunque no es la intención de García Canclini, es fácil esbozar una cierta evolución histórica en estos paradigmas, desde el llamado "mecenazgo liberal" hasta el paradigma de la democracia participativa. El mecenazgo liberal se puede remontar a la Edad Media, aunque auún sobrevive en los Estados Unidos y otros países donde el estado no es el principal patrocinador de las artes. El mecenazgo liberal evoluciono hasta convertirse en democracia participativa, que "apunta más a la actividad que a las obras, más a la participación en el proceso que al consumo de sus productos" (J. Vital-Beyeto, citado en Garcia Canlini, 1987, p.50). Esta noción de una evolución histórica de los paradigmas se refuerza con argumentos posteriores sobre el papel de la cultura y las artes en el desarrollo social y la reducción de la pobreza.
Estos argumentos principiaron a aparecer en los 1990s en las agendas y discursos diplomáticos de varias organizaciones internacionales. En 1992 Enrique Iglesias, presidente del Banco Inter-Americano de Desarrollo creó el "Centro Cultural BID" con el objetivo de "avanzar el concepto de cultura como un componente del desarrollo". Desde que James D. Wolfensohn fué nombrado presidente del Banco Mundial en 1995, el Banco ha puesto especial énfasis en el papel de la cultura y las artes en el desarrollo social y la reducción de la pobreza. En un estudio comisionado por la Organización de Estados Americanos, Claudia Ulloa asegura que "prestar especial atención en el vínculo entre cultura y desarrollo será clave para el éxito de futuras políticas culturales, así como la capacidad de los políticos de alcanzar resultados por medio de la intervención multisectorial". Del mismo modo, UNESCO "defiende el caso de la indivisibilidad de cultura y desarrollo, comprendido no solamente en términos de crecimiento económico, pero tambien como una forma de alcanzar una existencia intelectual, emocional, moral y espiritual satisfactoria".
Sunday, June 11, 2006
Comentarios sobre Acción Social por la Música y Política Cultural, Parte 1 (Extraído de mi Ensayo de Maestría)
Posted by/Publicado por
Alvaro F. Rodas
at/a las
7:00 AM
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